Bodegas Pintia

Con seriedad y rigor, como es estricta norma de la casa, la familia Álvarez, con David Álvarez y su hijo Pablo al frente, ha ido poniendo en pie el proyecto.

En los años 1995, 1996 comenzaron a pensar en una nueva bodega y en los lugares de España donde podían crearla. Castilla y León tiene un gran río, el Duero, punto de encuentro de sus dos bodegas ya existentes, vega sicilia y alion y que termina en otra gran región vitivinícola, oporto. No muy lejos, a 100 km y sobre el mismo río Duero esta toro. Famosa región productora de vinos desde hace siglos y con gran prestigio en grandes épocas de su vida.
Pensaron que podía ser un reto desarrollar un proyecto allí, una zona no muy de moda en aquellos años pero de un gran potencial.

En los años 1997, 1998, 1999 y 2000 compraron todo el viñedo viejo que tienen entre 25 y 50 años y el resto hasta completar las 106 hectáreas de viña que en este momento hay en explotación y suficiente para en unos 5 años mas autoabastecerse.
Durante esos 4 años hicieron experiencias de elaboración para tratar de ver cual era el potencial de los vinos de toro. Y vieron que era un estilo de vino donde lo mas importante, a su entender era conservar la fruta de la uva, de manera que todo el proceso de elaboración y crianza del vino estuviera enfocado a preservar la fruta y al mismo tiempo tratar de conseguir lo mas elegante posible en una región austera como toro. Cerca de la población Zamorana de Toro pero siempre en la provincia de Valladolid, se encuentra la localidad de San Román de Hornija. En el páramo de esta zona yacen los viñedos viejos de tinta de toro en vaso que Vega Sicilia compró durante estos cuatro años.

El clima aquí es continental con influencia oceánica tenue y grandes oscilaciones de temperatura con veranos calurosos y muy secos junto a precipitaciones entre 350 y 400 mm/año y temperaturas medias anuales de 12,5 ºC, propicia unas buenas condiciones de sanidad vegetal y asegura una adecuada maduración sacárica y polifenólica de sus uvas.

Los suelos de las parcelas de Pintia se formaron sobre depósitos aluviales en el cuaternario, formando parte en buena medida de terrazas altas del rio Duero con acumulaciones arenosas en superficie que facilita la precolación del agua y arcillas con cantos cuarcíticos en profundidad, que actúan como reserva de agua para asegurar una buena nutrición y fisiología de la planta a lo largo de todo el ciclo vegetativo.

En algunas parcelas la pedregosidad a base cantos grandes de cuarcitas es también superficial lo que ayuda a regular las temperaturas y favorecen la maduración polifenólica de la uva.

El manejo del suelo de cada una de sus parcelas se realiza atendiendo a las diferencias texturales y estructurales del suelo junto al resto de factores vitícolas con el fin de llegar a una completa y equilibrada madurez de la uva con la personalidad propia de cada terruño.

Con la finalización de las obras en Bodegas Pintia queda constituida la cuarta obra maestra llevada a cabo por la familia Alvarez. Bodegas punteras en su sector, pensadas para hacer el mejor vino posible, diseñadas con funcionalidad donde la limpieza es la primera máxima a respetar.
Las más modernas instalaciones, los mejores materiales con una alta rotación de los mismos, un viñedo muy cuidado, buenos profesionales y una política eficaz… son algunas de las claves del triunfo de Pintia.

Pablo Álvarez es miembro de la familia propietaria de Vega Sicilia y en la actualidad máximo responsable del grupo de bodegas. Este hombre joven, entregado totalmente al absoluto respeto por la calidad, mantiene un sentimiento de sincera admiración respecto los vinos de Vega Sicilia y está dirigiendo con eficacia las firmas Alión, Tokaj Oremus y Alquiriz. Sin dejarse arrastrar por su pasión hacia el vino, aplica, en el microcosmos de estas cuatro bodegas únicas, el rigor y la escrupulosidad como si fueran preceptos sagrados.

La sombra enológica de Pablo Álvarez es Xavier Ausás, responsable técnico de Vega Sicilia. Este gran chef del vino nació en Figueres (Girona) en 1968. En 1986 estudió en la Escuela de Enólogos de Requena (Valencia), pero pronto dirigió sus pasos a Francia, en donde asistió a las clases de enología del Brevet Technicien, en Blanquefort. Entre 1990 y 1992 obtuvo el Diplome National d’Oneologue por la Universidad Paul Sabatier de Toulouse. Xavier empezó a trabajar en Vega Sicilia en 1992 como enólogo, encargándose de tareas como la supervisión de fermentación, envejecimiento y procesos de embotellado. En la actualidad es el director técnico de los vinos del grupo de bodegas.

Colaboran con Xavier en las responsabilidades técnicas y enológicas de este conjunto profesionales jóvenes, altamente cualificadas y con un gran amor por sus vinos.

Begoña Jovellar, licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca y en Enología por la Universidad de Valladolid. Durante los años 1993-1995 fue Responsable Técnico en el Proyecto de Selección Clonal de Variedades Autóctonas de la Vid en Castilla y León. En 1998, Begoña pasó a formar parte del equipo técnico de Bodegas Vega Sicilia.

Enrique estudió en la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola de Madrid, completando posteriormente su formación en viticultura y enología en la Escuela de Enología de Madrid y con el master en viticultura, enologia y marketing del vino por la UNESCO. Después de trabajar desde 1994 en algunas empresas líderes del sector, se incorpora en la vendimia del 2003 como director de viticultura de las bodegas del Grupo Vega Sicilia.