Cuando a finales del siglo XIX los primeros sicilianos se afincaron en los puertos de la conrisa Cantábrica con el fin de elaborar anchoa en salazón, ya había un Sanfilippo entre ellos.
Desde este pionero y sin interrupción, cinco generaciones han seguido ocupándose de la fabricación de este producto.
Muchos de los sistemas que se emplean en la fabricación de la anchoa, tanto en salazón como en aceite, son invención de los Sanfilippo. El proceder que utiliza aúna tradiciones milenarias y en él no tienen cabida las máquinas ni el desarrollo industrial, sino únicamente una cuidada y laboriosa elaboración manual. Se trata de exclusivos procesos de fabricación y maduración para la lograr el mejor salazón, punto de partida para este ¨filete de anchoa en aceite¨.
La Anchoa “Sanfilippo” -en Salazón “a la Vera Carne”- se presenta limpia, brillante, igual de tamaño y peso, con un grado de maduración ideal. Con sus huevas, tersa y jugosa, sin olores ni sabores que no sean propios del Salazón.
Una vez fileteada, el interior de la anchoa debe ser uniforme, de coloración homogénea y con una limpieza exquisita. Lo fundamental es que mantenga los sabores y matices únicos del Salazón “Sanfilippo”. Esta semiconserva pertenece a una serie limitada. Tras una cuidada selección de materia prima. No es de extrañar que esta anchoa no sea idéntica de una campaña a otra, entre lotes o entre números de la misma serie.
La sabiduría salazonera transmitida de generación en generación, y el profundo conocimiento de las características de la materia prima que se utiliza, hace de la Anchoa “Sanfilippo”, un bien preciado por los paladares más expertos y exquisitos del mundo entero.