Bernabeleva

En Bernabeleva Marc Isaart con la colaboración de Raúl Perez trabaja las viñas de Viejas cepas con respeto y en equilibrio con la naturaleza. Los vinos, elaborados a partir de variedades autóctonas, están marcados por las diferencias de orientación, vegetación, altitud y suelo de cada paraje, de forma que sus vinos expresan las características del entorno en el que se encuentran.
En 1923, el Dr. Vicente Álvarez-Villamil adquirió la finca de “Bernabeleva”, en San Martín de Valdeiglesias, Madrid. Al pie del Cerro de Guisando, a la vera del Arroyo del Tórtolas, en el límite, pleno de resonancias, de dos provincias romanas: la Lusitana y la Tarraconense. Durante décadas, sus herederos han cuidado con cariño las viejas cepas que él plantó, con la aspiración de llegar algún día a hacer vinos honestos, de calidad.
La finca posee 30 hectáreas de viñedo viejo, que oscilan entre los 40 y los 80 años de antigüedad. En estos viñedos la variedad mayoritario es la Garnacha, seguida de la variedad blanca Albillo y de la Moscatel de Grano Menudo. También aparece la Tempranillo y, de forma testimonial la variedad Aragonés. Aparte de sus viñedos controlan viñedos de agricultores de la zona

San Martín de Valdeiglesias se encuentra situado entre en una zona de transición entre las sierras de Gredos y Guadarrama. Las alineaciones montañosas marcan una topografía accidentada y se identifican con los afloramientos metamórficos y crestas graníticas de mayor elevación (hasta 1319 m). Las cotas topográficas oscilan entre los 500 m de mínima en el río Alberche hasta los 1041 m del pico de Cabrera Alta.

Los materiales graníticos están ampliamente representados y existe una notable variedad por su composición y textura. Los minerales principales son cuarzo, feldespato potásico, plagioclasa y biotita. Las rocas graníticas más abundantes son adamellitas y granodioritas porfídicas.

Sus vinos pretenden representar las características del entorno en el que se encuentran.