Bodegas Hacienda Monasterio

La finca de Hacienda Monasterio está situada en el Valle del Río Duero, a mitad de camino entre Pesquera y Valbuena de Duero, en la provincia de Valladolid, en la privilegiada Milla de Oro. Ubicada en una ladera de orientación sur, la finca tiene una superficie de 160 ha., 78 de las cuales están plantadas de vid.

La viña está situada sobre la falda de una ladera orientada Norte-Sur lo que supone un enclave estratégico para el buen crecimiento y maduración de la uva.

La composición heterogénea de los suelos, les permite diferenciar la finca en subparcelas, todas ellas con un denominador común: una alta concentración de caliza, lo que confiere a nuestros vinos finura y elegancia.

La principal variedad de uva que cultivan es la Tinto Fino (un clon de la variedad Tempranillo, caracterizada por unos racimos grandes y de alto rendimiento). Todas las plantas de Tinto Fino están injertadas con leña de viñedos viejos de la zona.

También cuentan con las variedades de Cabernet-Sauvignon, Merlot y Malbec, en menor cantidad, que han incorporado tras constatar que solo en años excepcionales la Tinto Fino alcanza condiciones óptimas de maduración. En el resto de ocasiones, las variedades francesas se utilizan para compensar.

Para asegurar la calidad de la cosecha, Hacienda Monasterio elige un marco de plantación muy ajustado, de unas 4.000 plantas por hectárea, muy superior a las 2.200 plantas por hectárea de media en la zona. La baja producción que obtienen, 3.500 kg/Ha, les permite extraer la máxima esencia de cada planta, ya que ésta no se encuentra forzada a producir grandes cantidades de uva.

El tipo de poda utilizada es Guyot doble, permitiéndoles una regeneración constante de la planta, evitando así un envejecimiento prematuro de la misma. Esta producción limitada permite una maduración precoz, especialmente importante en su zona, afectada por lluvias a partir de la segunda quincena del mes de octubre.

La perfecta orientación al sur, la composición de los suelos y el drenaje natural de las laderas, forman conjuntamente un microclima perfecto para el cultivo de la vida. El resultado final de este Terroir tan favorable posibilita la alta calidad de los vinos de Hacienda Monasterio.