¨De espíritu inquieto, sensible y visionario: así es mi padre, y así os lo puedo descubrir. Lleva la tierra en los genes, la traspasa en su piel y la deposita en su corazón, sin poder evitarlo. La pasión le viene de familia, de un abuelo muy listo, Francisco Rovira, emprendedor y con don de gentes, y de un padre conservador que hereda su oficio, Jaume Rovira. El resto es de una historia de amor incondicional por el mundo del vino, que él escribe a cada paso con la constancia del que cree en sus sueños, que contagia con la felicidad de quien lo tiene claro y que explica con orgullo frágil de aquél aún deseoso de aprender.
Mi padre describe cada detalle de su vida con la magia de aquel que aún está descubriéndola, y es esta inocencia la que tira de él hacia nuevos caminos con una fuerza inagotable. De repente, llena un copa de vino, respira a fondo y se deja invadir con si fuera la primera vez: describe el color con dulces palabras, los olores con unca sensibilidad desborandte y así, desde la más profunda intimidad mira a lo lejos y reconoce cada característica con el peso de la experiencia. Se hace un silencio casi eterno, y beber; es un momento único.
Se sienta y proyecta todos estos valores con delicadeza. Las motivaciones siguen ahí, aún hoy, después de tantos años, y también el deseo constante de que la realidad venza el sueño. ¨
Viticultors Mas d’en Gil posee una finca de 125 hectáreas en el término municipal de Bellmunt del Priorat, dentro del Priorat histórico. Situada a 300 metros sobre el nivel del mar, con sus terrazas enmarcadas entre el Montsant y la Sierra de LLabería, su orientación favorece la entrada de una brisa procedente del mar (localmente conocida como “garbinada”), que proporciona humedad y frescura en los días más calurosos del verano, permitiendo alcanzar maduraciones óptimas. Su particular microclima, con una gran amplitud térmica, junto con el carácter que imprime la “llicorella” (el singular suelo de pizarra que caracteriza y delimita la D.O. Priorat), dan al color, al aroma y al paladar de sus vinos una riqueza y personalidad únicas. Las terrazas de viña, 45 Ha., alternan con plantaciones propias de olivos y almendros, que dejan paso al bosque, dentro de la más pura esencia mediterránea.
Pere Rovira Rovira, después de dedicar toda una vida al conocimiento del vino y de la tierra, lleva a cabo su proyecto más personal participando en todo el proceso desde sus inicios, junto con su familia y un apasionado equipo humano, cuidando al máximo todos los detalles, desde la viña hasta la presentación del vino, dejando constancia de su devoción y su saber hacer.
En 1998, la familia Rovira, adquirió la finca de los Hermanos Barril, que contaba con una clásica bodega del Priorat, siendo una de las primeras en embotellar sus propios vinos desde 1981, elaborados de forma totalmente artesanal. Partiendo de las condiciones naturales inigualables que ofrece esta tierra, combinando tradición y tecnología, Viticultors Mas d’en Gil se propone llegar a obtener unos vinos con producciones muy limitadas en cuanto a cantidad, pero únicos en su complejidad aromática y originalidad.
Desde 1998 el trabajo acometido ha sido enorme: en primer lugar se recupera el antiguo nombre de Mas d’en Gil, como se recuperan también las viejas viñas (muchas de ellas con más de 60 años) de Garnacha y Cariñena, las variedades más representativas del Priorat, y se plantan poco a poco nuevas cepas; unas partiendo del material vegetal seleccionado de la propia explotación y otras incorporando variedades internacionales como el Cabernet Sauvignon y el Syrah.
Con la experiencia acumulada año tras año, se pretende llegar a un conocimiento exhaustivo de las peculiaridades de cada una de las 43 parcelas que componen Mas d’en Gil, con el objetivo de llegar a alcanzar la máxima expresión de todas sus potencialidades.